viernes, 27 de febrero de 2015

Llamas en los ojos




                         En los verdes cristales de tus ojos
                         se incuban églogas de mar y fuego.


Hay ojos que desnudan el verde en sus mimbrales,
que a pesar de mirar a contratiempo
rozando las paredes del hastío
desbordan torbellinos de esmeraldas.

Desde los arenales de su ausencia
supieron transitar los cortejos de sus sueños
como el cofre que guarda sus bengalas
para estallar en noches de vértigo y secretos.

Hay ojos que entretienen soledades y reposos,
que concitan espejismos de mar,
algo que la razón jamás alcanza
aunque su cordura roce límites profundos.

Y esos ojos, deshojando vientos de lujuria,
son las llamas que convocan ráfagas de encuentro.

*Andros

miércoles, 25 de febrero de 2015

Intimidad sin velos

     

                          No quiero ser un héroe en mil batallas,
                                  sólo seguir deportado en mis empeños.


Huir de la mordaza que ahoga el raciocinio
es comulgar con la fe de jóvenes guerreros
que nutren sus sueños con ansias de libertad.

Para ser espejo de sí mismo, fiel ejemplo
de nobleza, hace falta voluntad de armiños
capaz de llegar hasta las fibras del cartílago.

Sólo cuando el rostro despierta sus azucenas,
cuando el silencio abre su latir entre burbujas
de pasión y fuego,entonces y sólo entonces
se derrama la luz sobre las brumas del alma.

Es así como los labios bordan sus encajes,
así es como quiero que se aromen mis esencias.

*Andros

viernes, 13 de febrero de 2015

Flor de ensueño



                                   

                                         Una flor, en las curvas de la noche,
                                        despertó los latidos del silencio.


 Al beber del agua de tu fuente
crecieron los brotes de mis ramas
y el árbol que estaba descuajado
cobija con su sombra nuevamente
a tu flor que entre abrojos se ocultaba.

 Una brisa suave despeinaba
los sueños que dormían olvidados
y la herida que estaba mal curada
regaba sus gotas de pasión
al borde del camino abandonado.

 Llevaba el paso lento y comprimido
con el viento soplando de costado,
la mirada vacía y el gesto perdido
sin el cálido sol que tantas veces
hizo latir a mi corazón cansado.

 Tu mirada suave dirigía
el timón de mi nave a la deriva.
Sentí que de tu mano navegaba
vislumbrando cercano el horizonte
que entre brumas muy densas se escondía.

 Armado de valor he comprendido
el precio que conlleva mi pecado
y las ansias de vivir lo no vivido
me liberan las manos de ataduras
dejando mi pecho libre de cuidado.

 Por eso brota el verso bien nacido
rebosante de luz en tu ventana,
llenándome de gozo estremecido
al quedar prendida de la rama
esa flor que en mi sueño acariciaba.

*Andros(20-V-08)

jueves, 12 de febrero de 2015

Ecos de luz

     

                                 Siempre quise ser apóstol de luz
                                 aunque a veces vagase entre tinieblas.


Buscar la luz en los cristales rotos
es perderse entre latidos sin rostro,
arañar las pestañas del silencio,
hurgar en las razones de los ojos
a sabiendas que la anhelada llama
es doncella robada por las sombras.

Ciegas fueron las luces de mis fugas
-llenas de murciélagos de ausencia-
en las cenitales noches de insomnio.
En ellas no se oían cascabeles
ni las letras abrían sus corolas,
sólo la nostalgia daba cuerda a los relojes.

Negando el soliloquio que mana de las sienes
naufrago tras los ecos de la luz,
esa luz que se atigra en mis costados.

*Andros