martes, 26 de mayo de 2015

La voz y su concierto

 
Bien sé yo que los dos somos frutos del olvido,
que somos escolleras azotes de aquilones
en un mar rebosante de duda y contubernio,
pero también sé que nuestra fe de gavilanes
curtida entre ruletas de aguas bravas
nos hará vigías ante el cerco que no cesa.

Yo sé que me dijiste entre aludes de ojos claros
que no bastan manos blancas para ser feliz,
que la alquimia entre labios es flor de girasol
y que por eso abrimos el pecho a las estatuas.

Es verdad, no hay respuesta que cierre las preguntas
que caen al vacío mientras la pesadumbre
hace solitarios con los buitres del agravio.

Para llegar a vivir en aras del concierto
es preciso que el gesto y la palabra
coincidan en sus pasos y sus huellas.

Sólo así, bajo el lienzo remoto del deseo,
podremos ordenar las razones de la frente.

*Andros

viernes, 22 de mayo de 2015

El faro de mis sombras

     
En el ojal de tu cerezo en flor
te asoman las abejas del encanto.

Es como si la nueva primavera
alfombrada entre cálices de auroras,
con sus aires de risa y sus labios de aulaga
quisiera perpetuarse en la sed de mi reposo.

Así escalas mis apogeos de cal y azufre,
con la dulce voz que recela del egoísmo.

Así te conviertes en el faro de mis sombras.

*Andros

jueves, 21 de mayo de 2015

Una flor entre los labios

 
 Por cruzar junto a ti la misma puerta
tapiada de calvarios y lamentos
un gozo evadido en pie de guerra nos espera,
un gozo que traduce los sueños de cristal
en vuelos coronados de ternura.

Sentimos tan de cerca los garfios del olvido,
la fiebre delirante en crestas de medusas,
que cansados de tantos desatinos
hicimos del insomnio balcón de nuestras sienes.

Ahora, entre latidos y vaivenes,
volvemos de nuevo a los remansos ilegibles
como un alma sola, como el canto de los pájaros
que rompe silencios al despertar de su afelio.

Ay de nosotros donde la soledad rebota,
bocas sedientas de luz que amanecer pretenden,
aún existen fósiles bullendo estalactitas
que caídos del miedo por sus fugas
nos desnudan sin piedad océanos de delirios.

Pero una flor nupcial se derrama en nuestros labios,
aquélla que rojea pasión en la palabra.

*Andros

sábado, 16 de mayo de 2015

Manos, aliento de fachadas

 
En el noble contacto de las manos
se intuyen los caminos de la frente,
la luz ardua de brillo incandescente
y el ínclito poder de la palabra
que, llena de pasión, desde el corazón trasciende.

El amor es la llave de la vida
bálsamo teñido de colores escarlata,
rostro de celofán que trasmina los escollos
cambiando los cantos de los mitos
por las voces de falsas lejanías.

De tanto asomarse a los balcones de las manos
para construir el nido de los sueños
tengo casi vacíos los pórticos del alba,
desbordados los cauces de la melancolía
que afirman el suplicio de un rostro nazareno.

Como flor audaz de inusitada primavera
presa en la red de mis arterias, así me siento
sin saber donde acaba mi desierto,
isla que se oculta entre póker de corazones.

*Andros