sábado, 10 de noviembre de 2012

El brillo de tus ojos





                          A Magui, tibia luz
                          en mis noches oscuras.


Mirándote a los ojos
supe de la dicha más perfecta,
del abrazo entre ríos y del fruto que crece
en los benditos campos de tu bendita tierra.

Con el gesto cansado del viejo caminante,
y a tu requerimiento,
el verso me rescata con su pasión sincera
abriendo los encantos del solar
de su olvidada piedra.

Huésped soy de la luz de tus auroras,
espejo donde brillan los verdes de tu hiedra.

*Andros