viernes, 12 de septiembre de 2014

La difícil huida hacia lo abstracto





Descuelgo la mirada en busca de lo abstracto
para ver más allá que ven los ojos
porque vivo encerrado en la teoría
a ras de suelo, sin variantes,
vagando entre piedras de igual monocromía.

Ante esta nueva intimidad
que dibuja marinas de luz donde había sombras,
me siento tristemente abandonado
al recorrer en un bosque de colores
las arrugas del frío o los fervientes humos de la niebla.

Y es que en medio de la frente,
donde los pies calzan todos sus secretos
me brotan múltiples preguntas sin respuestas,
aquéllas que otras veces no asomaban ni en los sueños
por temor a caer en el olvido.

Pero a riesgo de perderme del todo en el intento,
agudizo mi instinto de atalaya
llenando de inquietud las pupilas abiertas
para injertarme plenamente
en el etéreo panel donde reina con desorden
la exultante fantasía.

Es así, empujado por este pensamiento,
como podré desterrar el perro de mis fugas.

*Andros

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