En mis claustros hay una paz que es sólo mía.Con ella, el alma late cruzando la vena líquida del tiempo. *Andros
miércoles, 21 de diciembre de 2011
Habla el rostro del desengaño
Cuánto paso perdido,
cuánta palabra virgen
maltratada entre abrazos de metal.
Parece que la luz
no quisiera posarse en las vidrieras
para no ser testigo
de tanta indiferencia.
Y yo, apóstol del convencimiento,
abandonado al ácimo recuerdo,
sobrevivo en un mundo de trincheras
como cualquier apátrida
que sólo vierte besos en el miedo.
*Andros
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Y es que al dolor, también lo visten los versos, cuando el alma duele. Sentídisimos versos José Luis.
ResponderEliminarGracias María por tu comprensión y especial sensibilidad que te permite captar hasta lo que no se dice.
ResponderEliminarMuy profundo y sentido.
ResponderEliminarFelicidades, poeta!!!!
...Parece que la luz no quisiera posarse en las vidrieras para no ser testigo de tanta indiferencia.....Solo tú, poeta de las ausencias, podrías escribir de esta forma.
ResponderEliminarInma, que nuestros versos sean luz para aquéllos que sólo leen oscuridad.Gracias por tu amable comentario.
ResponderEliminarTeresa,qué amable eres.Te deseo lo mejor en estas Fiestas en compañía de tus seres queridos.:-)
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