Como siento apagarse lentamente
tu estrella en la distancia,
he vuelto a imaginarte
en este amanecer de lilas mustias
con los callados ojos de un eclipse
y un suspiro doblado entre los labios.
Es difícil caer en el olvido,
como difícil es
degustar el sabor de la hora exacta
cuando la mente cabalga sin tiempo
para frenar la bala
disparada por atávicos deseos.
Por eso estás en mí,
porque eres aire y sol, calor y frío,
el hábito que viste la memoria
cada vez que ésta descubre
lo imposible de alcanzar tus coordenadas.
*Andros
El alma, J.Luis el alma, se cuela en tus versos.Me estremecí al leerlos.Siempre en ellos nos haces buscar una imagen,una sombra que bella.
ResponderEliminarReleyendo estos versos veo tu comentario y me halaga tu generosidad.Te agradezco tu paso y ello me anima a seguir expresando mediante palabras lo que sucede tanto en mi interior como fuera de mí.
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