sábado, 19 de noviembre de 2011

Mujer, sé tú misma

 

                                     Mujer, que tu rostro nunca brille
                                     amordazado por las sombras.
                                   

Estas frías paredes, desnudas,
que ayer coronaban verde hiedra,
son testigos mudos del cantar
que rompió con su grito los silencios
vividos en tu largo cautiverio.

Aunque atrás quedaron horas muertas
-pesado lastre en tu equipaje-
que ahogaron sueños en el fango,
las ansias de vivir con equilibrio
rompieron tu temor sin anularte.

Algo hay en tí que excita y que complace.

Tu interior, lleno de amor y suficiencia,
desvela horizontes de ternura
cada vez que te fluye la palabra
más allá del lógico albedrío.

¡Qué dulce es tu presencia, ángel libre,
al abrir tu frente pensativa!.
Ya eres dueña de tu suerte.Todo en ti
emana el gozo de tu luz recóndita.

Serás siempre el espejo de ti misma:
soporte altivo, flor abierta al beso,
bucle azul del mar que tanto amas,
piedra que labra su honra mientras duerme,
mano amiga extendida al Universo...

El vigor con que tornaste es historia
que se asienta en tu amplia simetría.
Vivirás sin lazos, sin cadenas,
sin las manos yertas del desprecio
clavadas en el rostro de tu aurora.

Por eso, siempre abierto a tus latidos,
condecoras la faz de mis cuadernas.

*Andros

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