miércoles, 14 de diciembre de 2011

De arriba a abajo

Arriba
la memoria luce nácar en sedas transparentes,
abajo
la soledad arrastra el llanto nebuloso de los ojos
hasta la cuna helada de las manos.

Se escapan suspiros en caída libre
sobre los hondos silencios de la tarde,
mientras tímidos ladridos de cuernos afilados
estallan sobre el puente de las sienes
para despertar la pena que latía en el olvido.

Qué angustia se desborda cuando silba la noche,
cuando rueda por la frente el sabor de la derrota,
parece que la sangre discurre en un glaciar
arañando con su lengua el cauce de las venas.

Y aunque un miedo felino clave sus zarpas en el pecho,
las ansias de volar jamás podrán frenarse:
siempre habrá un beso que cuelgue de los labios
como bálsamo de amor donde sanen las heridas.

Arriba y abajo,
memoria y soledad en fraternal connivencia
danzando locamente sobre el tapiz
donde los vidrios desangran sus recuerdos.

*Andros

3 comentarios:

  1. "siempre habrá un beso que cuelgue de los labios
    como bálsamo de amor donde sanen las heridas."

    Dos versos precisos y precisos.

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  2. Gracias Pluskuamperfecta por tu paso y comentario.

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  3. Escribes tan sentido que llegas siempre al alma.

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