viernes, 22 de noviembre de 2013

El verso y su sentir

   
Cuando el ánimo llama a mi puerta,
ebrio de ilusión y ciego de amparo,
acaricio la pluma entre los dedos
como un buril grabando en plata
la flor que da vida al pensamiento.

Esa flor que tantas veces se resiste
a albergar sus aromas en el viento,
es la voz que discurre generosa
por el cauce del hondo sentimiento.

Pero surge la duda hamletiana:
"ser" o "no ser" de la música en el verso,
de su rima, su medida y lo demás
que sembraron los escritos de otros tiempos.

¡Qué más da si lo antiguo se hace nuevo,
si cantos del Carnaval de ahora
églogas de antruejo fueron!

¡Lo que de verdad me importa es el sentir,
sentir profundo y sincero,
que la palabra libre se vuele
y al escucharla o leerla
produzca el placer que sueño!

*Andros

No hay comentarios:

Publicar un comentario