miércoles, 20 de marzo de 2013

Rojo y libre


 Con la furia del libre pensamiento
tremolan las banderas
y la vena dolosa de los sueños
libera su caudal
sin temor a las fiebres amarillas.

Cuando las alas se bañan de plomo
se silencian los pájaros
y el tímido tudel de los oboes
estrecha su garganta
como un negro desván sin claraboyas.

Todo sin un volar de golondrinas
parece mas baldío
porque si las ventanas son cerradas
los pálpitos se acallan
entre la mordacidad del silencio.

El rojo da color al albedrío
y por eso la sangre
acude al carnaval de la palabra
cabalgando veloz hacia el Parnaso.

Rojo y libre, colores de igual hábitat,
haciendo realidad
la vieja ensoñación de ojos ardiendo.

*Andros

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