viernes, 3 de febrero de 2012

Alcanzar la plenitud


 
Si a mi lado estás se para el tiempo.

Tu regazo es blando lecho, reposo
obligado en el soñar.Sueños blancos
que convierten miradas en caricias
al desbordarse el juego de las manos.

Con los ojos cerrados, sin respiro,
los labios encadenan su ascensión
al paraíso venciendo el vértigo
al que abocan las aristas del deseo.
Llegado ese mágico momento,
libres de pensar, se funden las fronteras
donde penetran los alientos,
allá donde el vivo instinto conduce
a sellar con dulzura el beso imaginado.

Todo es entonces huída hacia el éxtasis,
con ríos desbordados de albedrío
y música celestial que hacen vibrar
las cuerdas del placer entregadas
sin pudor a un intenso frenesí.

Y así quedamos en plenitud,
como surtidores apagados
entre suspiros permanentes,
con el cuerpo y el alma entrelazados
evitando la desnuda soledad
labrada entre las grietas de la ausencia.

Si a mi lado estás nada es lejano,
no ha lugar para pensarte,
nuestros ojos tienden puente entre los mares,
y tu sombra ya no es sombra,
es tu cuerpo que vibra entre mis brazos.

*Andros(22-VII-08)

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