jueves, 26 de enero de 2012

El eco larvado de una historia



Bien sé yo que para contar mi historia
necesito del aliento
que late en los recuerdos,
del secreto que reposa bajo piedra
y del claro pensamiento
aturdido por el peso del natural instinto.

También sé, que en tan ardua espera
se me llenan los bolsillos
de la prisa envuelta entre caprichos
porque el ansia de escapar de lo anodino
es miel que me alimenta
en las largas horas de insomnio ante las velas.

Como el noble sentimiento
viste transparencias de callada nieve,
jamás aprendí el lenguaje de cuchillos
y por eso los temores al fracaso
no podrán reposar entre mis letras.

Si el azar fuese fruto del destino
y el destino vistiera las alas de mi sello,
-tahúr de la ruleta-
dejaría abandonada la caja de caudales
en las manos del tiempo lapidado.

Mas no ha lugar.

Los enigmas larvados en la sombra
verán la luz tras vencer las tentaciones de la huída.

*Andros

2 comentarios:

  1. J.Luis ,los ojos se me llenaron de agua ..Lo leí hace un tiempo,no recuerdo cuando ni lo que comente(si es que lo comente).Eres un maestro de los versos y un ser muy sensible.Gracias por compartir y por dejarnos entrar con fuerza en las emociones.J.Luis porque este poema lo publicaste antes!!!,ojala no sea un error mio .un abrazo

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  2. Llevas razón Teresa, pero está editado y por eso lo he puesto en mi blog.
    Agradezco mucho tus cariñosas palabras, propias de una buena amiga llena de generosidad hacia los demás.
    Admiro tu gentileza y acercamiento.
    Un cordial abrazo.

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