jueves, 5 de enero de 2012

La voz que busca su reposo



En el árbol que anida la memoria
camino del declive
hay una voz que clama en rebeldía,
es la voz de la rama que se quiebra
al ver que se avecina la sed en los rastrojos.

El corazón, viajero infatigable,
no se pliega a los bordes del mutismo
al pensar que su léxico de armiños
sigue pintando lunas
en los ajados iris que claman un rescate.

Cuando menos se espera
la noche abre su mano a la sorpresa
y ya no existe aliento
que limite la nostalgia del labio que no arde.

Esta es la ley que encripta las urgencias,
la señal finiquito de los sueños,
la piedra berroqueña más amarga,
el mórbido final del apogeo.

*Andros

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