martes, 7 de febrero de 2012

Cómo eres y adónde vas


 
Ni limando aristas, ni sacando lustre
a las palabras consigo describirte.

Eres campo y flor, cielo y tierra,
manantial desbordado de pasión,
luz abierta al este de los sueños,
atajo que conduce a la verdad.

Estás cubierta por una pátina ambarina
que el mar océano quiso espumar
sobre tu tersa piel.

Si callas,
por el aire se resbalan los silencios
y una estela de paz se difumina
tratando de envolverte.

Si sonríes,
se abren los secretos que tu concha
celosamente guardaba tras el cristal
que refleja todo tu equilibrio.

Jamás podré encontrarte en vilo
junto al grito celoso y desgarrado
que enarbola la soberbia
ni serás testigo defensor
del odio y la venganza que acuchilla.

Te buscaré con las manos abiertas
y la mirada serena
allá donde las olas reposan sus fatigas,
donde los sueños encuentran su remanso
o sobre el lago azul donde afinan los laúdes
las vibrantes cuerdas del amor.

Y por eso vas desde tus límites profundos
calzando de añoranzas la voz de mi lenguaje.

*Andros

4 comentarios:

  1. Qué tu musa no te abandone!,por qué dios como escribes desde el alma para el alma!Te aseguro que tus versos nunca dejan indiferente y puede que el silencio tengan por respuesta,pero desde el silencio también se habla.Te quiero J.Luis amigo poeta.

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  2. "Ni limando aristas, ni sacando lustre
    a las palabras consigo describirte".
    Bellos y profundos versos. Un placer leerte.
    Saludos,
    Inma

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  3. Teresa, amiga, qué amable eres!
    Tu generosidad me minimiza pero me ayuda a escribir.
    Yo también te quiero AMIGA.

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  4. Inma, agradezco tu paso y loable comentario.
    Yo también te leo y percibo en tus escritos grandes dosis de sensibilidad.
    Un abrazo cordial.

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