jueves, 30 de enero de 2014

Deseos de volar

 
Con las alas plegadas
no se intuye el alcance de los vuelos.

Al huir de una urna de cristal
-refugio de cautivos-
se objetiva sin voz
desde el ardiente atril de la belleza
el poder de las líquidas esencias.

Nada se congestiona
ni deshoja en la red de los encajes
si con manos abiertas
se tornan en caricias las espinas.

Es por eso que llueve en los abrazos
el blando de la arcilla
que moldea la noble arquitectura;
que desde la oscuridad del exilio
donde afloran silencios
sólo ríen los cantos de sirenas.

Con este panorama de vacío
meditan las conciencias.

¡Qué encriptadas están las celosías
donde posan los cielos su mirada!

*Andros

1 comentario:

  1. Qué maravilla leerte José Luis, tus alas se despliegan en cada poema.
    Me encanta cómo escribes.

    ResponderEliminar